
“Proyectos. Susana Solano”. Ed. Gustavo Gil SL.
Hace poco llegó a mis manos con gran expectación, el libro Proyectos. Susana Solano, el catálogo realizado con motivo de la exposición, del mismo nombre, que presentaba la Fundación ICO hace ya algunos años. Un recorrido por 40 proyectos creados por Susana Solano para entornos urbanos y espacios arquitectónicos, que me han permitido descubrir más detenidamente el lenguaje plástico e innovador de una escultora que funde su obra con el espacio.
Esas transferencias entre la escultura que ya no es escultura con otras experiencias artísticas hacen que Susana Solano sea la siguiente protagonista en la sección Escultoras Expressan.
Susana Solano (Barcelona, 1946) es una de las escultoras más consolidadas del arte contemporáneo español a nivel internacional. Trabaja con brillante soltura la escultura en metal y materiales industriales, aunque también utiliza otros soportes como la instalación o la fotografía, pasando por el dibujo o el formato digital.
La trayectoria artística de Susana Solano se encuentra vinculada a una evolución personal.
Toda su obra se entrelaza entre sí para formar los cimientos de las intervenciones espaciales que presenta, sugiriéndonos por un lado una continua reflexión sobre las relaciones entre arte y arquitectura y por otro para hablarnos de sensaciones, así como de los recuerdos y recorridos vitales de la propia artista. La creadora Susana Solano ha ido desarrollando a lo largo de su extendida producción un estilo propio, algo fundamental en estos tiempos en los que ya las tendencias artísticas no son puras a la hora de representar el momento histórico.
Estudió en la Facultad de Bellas Artes de Barcelona, en la que, años más tarde actuaría como docente, hasta 1987, mientras presentaba sus primeras exposiciones. Susana Solano realiza varias exposiciones individuales en Madrid y Barcelona obteniendo un gran reconocimiento en dos de ellas, las cuales vinieron a ser hitos de gran importancia en su carrera: la colectiva “En tres dimensiones” (1984), donde sus cuatro piezas realizadas en hierro y escayola dialogan con las piezas de otros artistas como Eva Lootz, Ángeles Marco, Mitsou Miura o Miquel Navarro, y la individual de la Fundación Miró (1980). Esta última exposición marca el comienzo de una trayectoria artística brillante, llegando poco después su reconocimiento internacional.
Sus obras se encuentran en las mejores colecciones del mundo, tanto públicas como privadas, y ha recibido importantes galardones entre los que destacar el Premio Nacional de las Artes Plásticas del Ministerio de Cultura de España (1988) y el premio GAC por su trayectoria artística, en Barcelona (2015).
Entre finales de los setenta y comienzos de los ochenta, unos años estimulantes para la historia de nuestro país tras la transición política, Susana Solano presentó sus primeros trabajos ya con la determinación de escapar de lo pictórico y con materiales como madera, lonas, bronce o yeso. Su obra es autónoma y abstracta con influencias de la escultura tradicional, iniciada por Julio González, Oteiza o Chillida.
Una escultura que comprende la forma de los materiales, su dureza y las técnicas constructivas empleadas, y que estudia con profundidad la dicotomía del vacío y el no-vacío.
Sin embargo, en el transcurso de su producción sus piezas van perdiendo esos atributos tradicionales al entrar en juego el espacial. Las formas pueden evocar altares, jaulas, construcciones de tipo arquitectónico o de mobiliario, así como estanques, fuentes u otras referencias paisajísticas.
El bronce fue sustituido por el hierro, el gran protagonista de su obra, presentado en varios acabados y dejando visible la escayola como parte del proceso constructivo de la pieza.
Con una notable influencia del minimalismo o el constructivismo ruso, el espacio real en el que se inserta cada pieza adquiere el mismo o mayor protagonismo que la pieza en sí. La escultura entendida como piel que recubre un espacio acotado se convierte en una constante en su obra: Colinas huecas nº8 (1985), Senza Ucelli (1987) o Implivium (1987), que pertenece a la colección del Museo Centro de Arte Reina Sofía.
La producción de los últimos años presenta una escala menor e incluye la presencia de nuevos materiales que la artista ha ido incorporando.
Un conjunto de sus obras más recientes fueron presentadas en el mes de abril de este año en su primera exhibición en la Galería madrileña Rafael Pérez Hernando. Piezas de gran intensidad con una sencillez muy cuidada, esculturas que expresan sentimientos, cargadas de recuerdos y vivencias de sus viajes a África y Asia, mostrando la relación que existe entre el arte y la vida.
Susana Solano ha reproducido las diferentes vertientes que ha tenido la escultura en nuestro país. En cada pieza emplea la escala, los materiales y las formas más acordes con la idea que quiere expresar. A veces usa un carácter enigmático, sin desvelar el significado de lo simbólico de la pieza, como parte de su forma de entender el arte.
Después de más de treinta años de producción, ha llevado su obra al nivel más puro con absoluta maestría en la técnica escultórica, muestra de un lenguaje propio sin palabras.
Tras diferentes encuentros en estas últimas temporadas con su obra más temprana, he actualizado el artículo, ampliando información sobre el trabajo de Susana Solano.
Por una parte, la pieza “Sweets (Dulces), 1991” que trata las líneas como elementos de su lenguaje dentro de la exposición “La eclosión de la Abstracción” en el IVAM y, por otra, la pieza “Entre Cuatro”, de la exposición “Una dimensión Ulterior” en el Museo Patio Herreriano de Valladolid.

Luis Gordillo- Susana Solano. ” La eclosión de la abstracción”. IVAM.

Susana Solano “Entre cuatro, 1990”, junto a June Crespo “Daytime Regine, 2014”.
No es casualidad que la exposición “Susana Solano. Acta (dos)” clausurada en febrero.20, haya viajado desde el IVAM hasta el Patio Herreriano, ya que en su colección está muy bien representada la escultora.
“Acta (dos)” ha sido una importante muestra que reunía piezas de ambas colecciones. Un recorrido por su obra de gran variedad de materiales como el hierro, aluminio o yeso utilizados por Susana Solano en este casi medio siglo de trabajo.
Y nos invita a sentir la emoción de la transformación del entorno, convirtiendo el recuerdo en presencia y en arte el espacio.
Lectura adicional recomendada>>
- Post anteriores Escultoras Expressan:
Natividad Navalón. Escultura como lugar de análisis.
Eva Lootz. La escultura de procesos.
Louise Bourgeois. El psicoanálisis a través de la escultura contemporánea.
Elena Asins. El arte del concepto.
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