El Centro de Iniciativas Culturales (CICUS), expone el proyecto Lo Audio-Visual ‘Arte sonoro en las colecciones de 9915’, hasta el día 12 de julio del 2016.
Esta muestra está comisariada por Alicia Ventura, ya pudimos ver su trabajo en “Diálogos de una comisaria y una coleccionista”, en este caso, ha tenido la oportunidad de trabajar a partir de los fondos de las colecciones privadas de la Asociación 9915.
Un importante número de colecciones privadas de España están vinculadas a la Asociación 9915, desde ella pretenden posicionar al coleccionista en la cadena de valor del sector del arte Contemporáneo, así como fomentar la formación de nuevos coleccionistas.
Entre los coleccionistas que han prestado obras nos encontramos con Carlos Vallejo y Wendy Navarro, la Colección Los Bragales, Carlos Puerta, Manuel Navacerrada, Ángel Nieto, Alicia Aza, José María Lafuente, la Fundación RAC y la Colección DKV.
Para esta ocasión se han seleccionado más de veinte obras audiovisuales de artistas españoles e internacionales que exploran nuevos lenguajes artísticos de nuestro tiempo con expresión sonora, que nos permiten reflexionar sobre el espacio que nos rodea, sobre nuestro propio cuerpo o el modo de comunicarnos.
Lo Audio-Visual es una exposición híbrida entre técnicas y formatos, en donde el arte sonoro envuelve esculturas, instalaciones, videos o singulares dispositivos sonoros, a veces con dificultad para apreciar los límites de cada una de las obras dentro del mismo espacio.
Con un itinerario que provoca la interacción del espectador e incluso lo convierte en el intérprete de la propia pieza, en el caso de la instalación- instrumento interactivo Menhir de Coco Moya e Iván Cebrián, se produce sonido al tocar las piedras de carbón distribuidas por la sala, o por el contrario, el tributo al no sonido, en la videoinstalación Dirigir las nube (2008) de Glenda león (Colección José María Lafuente), es una invitación a la contemplación del movimiento de las nubes.
Hay diferentes maneras de enfrentarse al arte sonoro, en la pieza Temblor de gente (2013) del artista Arturo Hernández Alcázar (Colección Navacerrada), tres fotografías y una audio inquietante, que nos revela el sonido que produce el temblor de la estructura metálica de un edificio al ser ocupado por gente tras un encuentro que sucede en la ciudad o la instalación de video de Zsolt Asztalos, Fired but unexploded (2012) que recorre la historia de los conflictos armados a través de bombas sin explotar, cuando realmente lo que identifica a una bomba es esa explosión que no ha tenido lugar.
En el video instalación de Eder Santos, Call waiting (2005) (Colección Alicia Aza), la proyección de la película sobre pájaros posados en un cable de teléfono en libertad dentro de una jaula, juega con nuestra percepción de lo que es real y lo que es filmado. Viendo esta instalación me hago preguntas sobre quién puede apropiarse del canto de un pájaro.
En otros casos son las composiciones musicales las que se transforman y dan lugar al objeto visual: la escultura-instalación sonora Ogive Satie (2012) (Colección DKV) de Pep Fajardo, traduce la composición de piano Ogive.
En el pasillo exterior nos encontramos con dos artistas andaluces, la escultura-sonora del artista sevillano Federico Guzmán, Reggaera (2004) (Depósito la Fundación RA), la cual reproduce desde su interior música reggae, para reflexionar sobre los tópico o etiquetas vinculadas a un lugar (nacionalidad) y junto a ella dos piezas del artista Juan Junco, El rebaño (2013) y Lenguaje (2010-2013) (Colección DKV). El primero, un proyecto sobre fotografías de cabras como si de modelos se trataran y un segundo proyecto audiovisual, donde se reconoce el lenguaje que utilizan los cabreros para manejar sus rebaños, sin duda una novedosa aproximación a la naturaleza que no pasa inadvertida.
Begoña Montalbán, Paco Guillén, Ignacio Llamas, Manu Arregui, Leslie Deere, Iñaki Bonillas, Samuel Ortí y Nelo Vinuesa, Susan Philipsz, Mario García Torres, Adam Pendleton son otros artistas que conforman la exposición.
Pero si hay una pieza que me ha llamado la atención, es Recoil (2003) del artista Sergio Prego (Colección Alicia Aza).
Sergio Prego (San Sebastián, 1969) es licenciado en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco, en la especialidad de escultura. Tiene una amplia trayectoria artística acreditada por numerosas exposiciones individuales y colectivas y para EXPRESSAN su pieza de hormigón fue un descubrimiento en la Feria Arco.16.
El trabajo de Sergio Prego siempre tiene un carácter experimental, lo concibe como un trabajo de laboratorio y emplea como medios de expresión, el vídeo, la escultura y la instalación. Su trabajo se centra en la relación del hombre con el espacio que le rodea y el tiempo en el que vive, para reflexionar sobre la representación, la percepción y el espacio. Ha trabajado con esculturas realizadas en lona inflada o rellenas de agua de dimensiones variables, más una serie de unidades neumáticas. Desestabiliza la noción de escultura-objeto, para él obsoleta, manteniéndose fiel a la tradición minimalista.
En Recoil una batería de cámaras recoge desde todos los ángulos el suceso, las imágenes son editadas en ordenador y transformadas en vídeos que nos hacen percibir aquello que tuvo la duración de un segundo y que jamás podríamos haber observado más que desde un solo punto como un largo examen rotatorio, es como si una cámara de vídeo trazara un arco semicircular en torno a Prego, inmóvil, pero da la sensación de que la habitación (el espacio) esté en movimiento.
En su video propone una percepción alucinatoria de nuestra posición en el espacio, frente a Prego en un instante efímero, una escultura inmóvil en donde sus expresiones faciales y su voz en movimiento hacen de elemento de acción.
El video arte es un testigo de la sociedad en la que vivimos, un medio o formato diferente para reflexionar sobre la ocupación del espacio, sobre el contexto arquitectónico, sobre la materialización de una obra de arte, en mi opinión un nuevo disfraz para la disciplina escultórica.
Lo Audio-Visual, ‘Arte sonoro en las colecciones de 9915’ es un proyecto complejo, que te lleva a profundizar en cada proyecto expuesto. Una vez más las colecciones privadas nos brindan la oportunidad de disfrutar de esta novedosa experiencia, en un lugar adecuado por sus valores de formación e investigación. Una exposición de creación audiovisual contemporánea que genera nuevas formas de ver el mundo, y en este caso y sobre todo, de escuchar el mundo.
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