Una colección privada de arte está llena de emociones. Es algo que se aprecia en cada pieza seleccionada de la exposición “Diálogos entre una comisaria y una coleccionista” que acoge el Casino de la Exposición de Sevilla hasta el 22 de mayo.
La Colección ACB, es una de las colecciones privadas emblemáticas de la historia del coleccionismo en España. Iniciada en los años sesenta por el ingeniero Alberto Corral López-Dóriga (1938-2008) y continuada por su esposa Bárbara Rueda. Muestra un claro ejemplo para entender por una parte, la función del coleccionismo privado como elemento dinamizador del sistema artístico y por otra, reflexionar sobre los factores humanos, económicos y sociales que explican la trayectoria y composición de la misma.
Es una colección formada principalmente, por buena parte de las tendencias pictóricas de los años 60, 70 y 80, aunque también incluye esculturas, fotografías y formas arquitectónicas, las obras más recientes. Es importante hacer hincapié que fue coetánea a los movimientos y a la creación de los artistas de cada época, siendo por tanto una colección viva, con obras de Chema Cobo, Guillermo Pérez Villalta, Miquel Barceló, Luis Gordillo, Rafael Canogar, Eduardo Arroyo, Eva Lootz, Elena Asins, Jaume Plensa o Juan Muñoz, presentes en la exposición.
La comisaria de la exposición “Diálogos entre una comisaria y una coleccionista”, Alicia Ventura, hace una selección de artistas de las principales tendencias del último medio siglo en España y teje un nuevo discurso a partir de las distintas piezas, unificadas por la pasión y sensibilidad que han tenido por ellas sus propietarios.
Cada una de las piezas es protagonista por su razón propia, pero sin duda han tenido que competir con el espacio bajo la gran cúpula neobarroca y la riquísima ornamentación de columnas de mármol y vidrieras del Casino de la Exposición, construido en 1.929, para albergar el Pabellón de Sevilla de la Exposición Iberoamericana. Una relación que en este caso aporta un gran valor al disfrute del arte contemporáneo.
He visitado la exposición varias veces y me pregunto qué lugar ocuparía la pieza Menhires II de Elena Asins en la casa de los coleccionistas. El hueco que habrá quedado una vez que se ha configurado esta exposición es, sin duda, nada fácil de resolver.
En expressan queremos destacar entre las treinta piezas que se exponen, las cuatro realizadas por artistas femeninas, tres esculturas/instalaciones y una obra pictórica.

Elena Asins. Menhires II. 2002.
Vivir esta exposición compuesta de patrimonio privado en un lugar público, nos proporciona otro carácter diferente al que fue creado por los coleccionistas en su intimidad.
Por ello, en mi opinión es un privilegio poder disfrutar de las obras de esta colección privada de arte contemporáneo, testimonio de lo más relevante que nos dejó el arte español surgido entre los años sesenta y ochenta, visible y disponible para la sociedad en general.
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