Diseñar es una actividad que está presente en la vida del ser humano desde hace cientos de años, hasta el punto de pensar que es algo instintivo. No sólo diseñamos elementos útiles para nuestra supervivencia, como herramientas o refugios ante un medio hostil, sino que creamos en todas las facetas de nuestra vida: al decorar nuestro cuerpo, al crear nuestros condimentos, juegos o amuletos. Pero el diseñar es más que ser creativo.
Si pasamos a pensar en el diseño como profesión la cosa cambia, la historia del diseño, ubica sus inicios con bastante precisión en la revolución industrial, destacando en el ámbito académico, escuelas como la Bauhaus y la Escuela de ULM, que sentaron las bases normativas de lo que hoy conocemos como diseño industrial y gráfico. Porque aunque pensemos que el diseñar es algo innato, el diseñador profesional de hoy debe conocer sobre el mercado y unos conocimientos técnicos sobre métodos de diseño para estar a la vanguardia.
Seguramente os habréis enamorado, como es mi caso, al contemplar la mítica Chaise Longue LC4 de Charlotte Perriand o algún objeto premiado en los Red Dot Award. Incluso en la expo que actualmente alberga el CAAC “Arte y Cultura en torno a 1992”, es curioso encontrar mobiliario urbano perteneciente al recinto, aquellas vallas compuestas por barras blancas y que han quedado grabadas en la memoria de muchos profesionales, como las vallas “tipo expo” y que son exhibidas como verdaderas piezas de arte. Todos estos casos son ejemplos de Diseño Industrial a pesar de que hay quienes no asocian la belleza o la exclusividad a ello.
Quizás, uno de los problemas para entender el diseño industrial sea, la percepción ambigua y difusa del término diseño que hace que la disciplina profesional no llegue de una forma correcta a la sociedad. Tener una definición es importante para saber cuándo hablamos de diseño industrial y cuándo estamos hablando de otras disciplinas que, aunque relacionadas con él, tienen otros reconocimientos y otras responsabilidades.
Con el fin de obtener una referencia lo más cercana posible a la definición real, me he acercado a la Escuela Politécnica Superior de Diseño Industrial de Sevilla, para así conocer la opinión de los futuros diseñadores industriales.
El grupo de alumnos que atendió mi propuesta pertenecen a AEDI, Asociación de Estudiantes de Diseño Industrial. Tengo que decir que sigo su trabajo desde el evento que organizaron el pasado mes de marzo.
La quinta edición de Sevilla Ciudad del Diseño, con el título “Usable + Imaginable”, considerada como el mayor congreso de diseño Industrial desarrollado en Andalucía, reunía a más de 400 asistentes obteniendo así una gran repercusión. Por ello quedar con ellos para reflexionar sobre el diseño ha sido todo un placer.
La Asociación de Estudiantes de Diseño Industrial (AEDI) es mucho más que el organizador de #5SCD. Su recorrido empieza en el 2012 por iniciativa de un grupo de alumnos, naciendo como una asociación abierta, plural y sin ningún fin lucrativo, pero auto-gestionada. Sus objetivos principales son promocionar el diseño industrial en la Universidad de Sevilla, así como complementar la formación impartida a los estudiantes, potenciando para ello la calidad del diseño industrial.
Los diferentes departamentos que la conforman permiten desarrollar talleres, viajes, eventos y otras actividades a lo largo del curso académico, orientadas a estudiantes de diseño industrial y de otras disciplinas.
En su web podéis encontrar todas sus actividades y los concursos que publican, cabe resaltar otro encuentro periódico como es el KEY DESIGN, una actividad interactiva para desarrollar y profundizar sobre un tema propuesto en torno a la disciplina.
Sin duda hay que entender el trabajo que desarrollan los integrantes de la asociación como un complemento a la formación que les proporciona la Escuela. Pero también les permite ir determinando su propio concepto del diseño, respondiendo preguntas propias, desarrollando su portfolio, y aprendiendo desde sus distintos departamentos cómo funciona una empresa, algo de incalculable valor.
La palabra “relío” se escucha varias veces a lo largo del encuentro, una expresión con significado propio pero fundamental para entender el carácter de socialización y de equipo que transmite la asociación. Preguntarles qué es para ellos el diseño llena de emociones la mesa de reunión, aunque encontrar la definición más completa no es fácil.
También es cierto, y ellos mismos lo admiten, que en cada centro universitario, según su plan de estudio o tal vez por influencias de los distintos colegios profesionales, existe una forma diferente de entender y divulgar el diseño que dificultan el cómo es percibido por la sociedad. No obstante, todos ellos coinciden, salvando pequeños matices, en definir el diseño industrial como el mediador entre los usuarios y las empresas, buscando equilibrio entre el beneficio y las distintas soluciones sin olvidar la parte ética y medioambiental.
Hay que agradecer la frescura con la que los alumnos de la AEDI hablan sobre el diseño Industrial y su forma de entenderlo, la cual sobrepasa la parcela individual para trabajar en lo colectivo, una carencia, en mi opinión, de otros ámbitos que traspasan la línea del diseño.
AEDI es una asociación plural con mucho camino por recorrer, con relevo generacional asegurado y nuevas motivaciones para promocionar el diseño con letras mayúsculas. Espero con entusiasmo el #6SCD.
Sin ser diseñadora industrial profesional, hablar y reflexionar sobre el diseño, como mínimo, denota pasión compartida por la disciplina. Quizás con sólo una charla no sea suficiente para poner en claro todo lo que significa el Diseño, dejando para otro post si antes es la forma o la función. Pero si una cosa ha quedado clara es que el Diseño y el Arte son dos conceptos diferentes, aunque las fronteras a veces se difuminan ya que les unen cualidades importantes, y entre ellas, la capacidad de cambiar el mundo como elemento clave para su desarrollo.
Agradecer la amabilidad de AEDI y en especial al grupo que me atendió:
- Clara Quinquilla.
- José Alberto Martínez.
- Francisco Luis Rodríguez.
- María Fernández.
- Sandra Lora.
Si quieres apoyar el proyecto, lo mejor que puedes hacer es compartirlo a través de tus redes sociales. Gracias.
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