Minimalismo es un término que utilizamos con frecuencia y que se presta a distintas interpretaciones, a veces confusas. Podemos utilizarlo en arquitectura, en arte, en filosofía o asociarlo a un estilo de vida. Pero, ¿Cuál fue su inicio? ¿Qué significa realmente?
Para averiguarlo, hace unas semanas me puse a indagar por internet, a preguntar a compañeros sobre este concepto, “El Minimalismo”, que ha sabido implantarse con soltura en nuestra sociedad.
Según la RAE minimalismo proviene del término inglés “minimalism”, de minimal ‘mínimo’ e -ism ‘-ismo’. Y presenta dos significados:
- m. Corriente artística contemporánea que juega con elementos limitados.
- m. Tendencia estética e intelectual que busca la expresión de lo esencial eliminando lo superfluo.
Atendiendo al concepto de corriente artística, no fue hasta 1965 que se usó el término “mínimal” para referirse a la radical reducción racionalista promovida por las nuevas tendencias del arte.
Como en cualquier nueva tendencia o cambio que se produce en el contexto establecido es de importancia conocer tanto el marco histórico como el escenario social y político que lo rodean para ponernos en situación.
A modo de resumen comentaré que en la escena artística del Nueva York de los años 60 y 70 predominaban el Pop Art y los expresionistas abstractos. El Minimalismo nace del rechazo a lo establecido como una forma diferente de entender el arte, que no presenta rasgos personales ni esta predispuesta al consumismo.
Esta nueva corriente artística utiliza elementos mínimos y básicos, como colores puros, formas geométricas simples o tejidos naturales, y que abarca disciplinas como la pintura, la escultura e incluso la música y el teatro.
Podríamos decir que la propiedad referente a la hora de hablar de las piezas minimalistas es la objetualidad: la experiencia de una obra de arte la aporta el objeto físico, con su tamaño, forma y orientación en el espacio, frente al significado que se le podría atribuir. Ésto supuso una eliminación de lo superfluo y una nueva relación de la obra con el espacio expositivo, donde se invitaba a una participación activa con el espectador.
Los principales protagonistas de la creación artística dentro del concepto mínimal fueron: Donald Judd, Robert Morris, Carl Andre, Dan Flavin, Sol Lewitt, Tony Smith y Larry Bell. También el Minimalismo ha influido en otras corrientes como el Land Art de Robert Smithson o el site-specific de Richard Serra.

Richard Serra. Guggenheim Bilbao.
En el ámbito del diseño y la arquitectura es frecuente hablar de Mies van der Rohe como propulsor del Minimalismo al destacar su obra arquitectónica por su composición estrictamente geométrica y la ausencia total de elementos ornamentales.
Todos conocemos la famosa frase “menos es más” atribuida al arquitecto y diseñador Mies van der Rohe y que sintetiza la estética minimalista basada en la sencillez y en la esencia de los materiales.
Cuando estudiaba en la escuela de arquitectura técnica, realizamos el análisis de uno de los iconos de la arquitectura moderna: el Pabellón de Alemania para la Exposición Internacional de Barcelona (1929), proyectado por Mies van der Rohe. Está construido en vidrio, acero y distintos tipos de mármol, fiel a las bases de su filosofía: simetría perfecta, espacios diáfanos, claridad, sencillez y minimalismo.
Ideas que, al igual que la pureza de las formas, ya expresaba durante su periodo como director de la Escuela de Arte y Diseño de la Bauhaus a finales de los años 30.
Todas estas cualidades en cuanto a diseño hacen traslucir que el origen del Minimalismo como corriente estética data mucho antes de que se acuñase el término “Mínimal”.

Reconstrucción del Pabellón Alemán Expo Internacional de Barcelona, 1929. Foto vía web Fundación Mies van der Rohe.
El Minimalismo como estilo de vida tampoco es algo nuevo. Influenciado por tendencias zen, el minimalismo es una forma de vida que hace que nos rodeemos de aquellas cosas esenciales que nos hacen felices.
En algunas ocasiones es llevado al extremo y propone vivir con sólo 100 objetos. En principio estoy a favor de la idea de rodearme de objetos que sean una prolongación de mí, pero no creo que sea cuestión de poner límites en el número.
Para esta ocasión, también he aprovechado la plataforma Twitter para preguntar sobre el Minimalismo a algunos de mis compañeros.
De alguna forma la red social tiene algo de minimalista al pretender concentrar la expresión en solo 140 caracteres. La pregunta ha sido muy general, “Qué es para ellos el Minimalismo”, dejando abierto cualquier ámbito.
Tenía curiosidad por si se referirían al arte exclusivamente, por su relación con este tema, o si abrirían los comentarios a otros ámbitos más generales. Las respuestas han generado un torbellino de ideas que animan a seguir reflexionando sobre el Minimalismo.
Por una parte, Irene Villén, Gestora Cultural, hizo una referencia a la obra de teatro “Arte” dirigida por Miguel del Arco, que ha despertado mi curiosidad.
<<A mí me entusiasma la capacidad de reducción a lo esencial. Cómo algo simple o concreto puede encerrar tantas impresiones. Por cierto, hubo una obra de teatro llamada “Arte” en la que salía Roberto Enríquez que centraba el discurso más o menos sobre esa capacidad>>
Sergio Harillo, Gestor Cultural, coincidía en esa idea de esencia con Irene V.:
<< reducir a lo esencial pero con una intención estética concreta, no es eliminar por eliminar sino con un sentido o un discurso detrás>>.
Javier Gallego, escritor y apasionado del arte sí se refería al ámbito artístico:
<< Minimalista para mí es una obra con pocos elementos, normalmente asociada a formas geométricas o abstractas, que busca lo esencial y que sea el espectador el que saque su propia conclusión del objeto>>
Por otra parte Guillermo Ramírez, artista, hacía referencia a un interesante libro del historiador y crítico de arte Hal Foster, donde reflexiona sobre el antes y el después de la relación entre las vanguardias históricas:
<<el minimalismo pone todo el peso en la percepción pura de las formas, una suerte de fenomenología donde la intervención entre el espacio y espectador es radicalmente clave.
Normalmente se relaciona con la simpleza de elementos, pero tiene más de percepción y vaciamiento conceptual que de limpieza de elementos. Hal Foster le dedica un capítulo interesante e intenso en “El Retorno de lo Real’. >>
Y por último el estudio Albañomaría lo hacía con referente a la construcción de una marca:
<< En lo que a marcas se refiere, para nosotros el minimalismo va incluso más allá de lo estético. También se trata de despojarse de los adornos para quedarse con lo esencial, que en este caso es ese concepto que representa y da significado a lo que hay detrás: su razón de ser>>
El Minimalismo está sujeto a sutiles interpretaciones, siendo difícil acotar qué es y qué no es el Minimalismo. Un término que todos conocemos y que aun así no es fácil de aplicar a un proyecto de diseño o artístico, llevando con éxito las premisas que lo sustentan.
Quizás ante un consumismo inconsciente debamos rescatar el término y enfocarnos en lo esencial de la vida, asumiendo la responsabilidad de averiguar qué es eso para cada uno.
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- Agradecer enormemente la participación e implicación de mis compañeros en Twitter.
- Foto de portada vía web Fundación Mies van der Rohe Barcelona.
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