La sala MDD, un espacio expositivo del CICUS, nos muestra un año más el resultado de la convocatoria del XXII Certamen Nacional de Artes Plásticas de la Universidad de Sevilla: una obra ganadora y doce obras preseleccionados por el Jurado de entre un gran número de propuestas.
En esta exposición de recorrido definido y rápido, no quería pertenecer al público que se para en cada pieza y, tras unos segundos focalizando la mirada en ella, se acerca a otra y así hasta la salida, olvidando el discurso que las une, en este caso, la relevancia de trece artistas emergentes nacionales.
La pared principal muestra la obra premiada 24 hours closed, (acrílico y aerosol sobre madera; 120×180 cm) del artista malagueño José María Hevilla Villalobos.
Sólo cuatro esculturas/instalaciones han sido seleccionadas para esta muestra; Rafael Chinchilla laguna (Divide y Vencerás, 2015), Alejandro Ginés lozano (Casas Negras, 2015), M. Luisa Sánchez Pérez (Doodles, 2011) y Manuel Casellas Soria (s/t, 2015).
Entre ellas, mi descubrimiento, la pieza del artista sevillano Manuel Casellas Soria, realizada en cemento armado, ha llamado mi atención y por esta razón de más, expressan tenía que escribir sobre ello.
Frente a esta pieza existe una doble lectura: lo que es y lo que nos quiere contar. Así, podemos ver un salvavidas de color vivo colocado en la pared, listo para ser utilizado y salvar vidas en situaciones de peligro. Sin embargo, al fabricarlo en cemento armado, uno de los materiales más comunes en la construcción, se le impide realizar su función y sugiere, más bien, el hundimiento.
Nos contaba el artista que la realizó mientras abordaba el tema de los desahucios en España, empleándolo como un símbolo, una reflexión a la idea tan perversa de que algo como un hogar, un lugar de refugio, podía convertirse en el origen de una pesadilla.
El pasado 4 de abril, dentro del programa Emergentes 2016, inauguró una exposición individual en el Centro de Cultura de Noáin, la muestra reivindicativa Warranty Void. Vol.2. El proyecto seleccionado incluye la instalación Mare Nostrum, formada en este caso, por tres salvavidas de cemento armado en gris, colocados en el suelo y presentados en sus cajas de embalaje.
La obra fue realizada durante su estancia en Austria, gracias a una beca de intercambio, justo cuando se abrieron sus fronteras a los refugiados sirios. Esta experiencia transformó la idea inicial, haciendo que lo que vemos sea diferente.
Ahora las piezas están colocadas en el suelo, dentro de unas cajas de madera, simulando pateras en el mar y sin poder cumplir igualmente su función real. Así la obra de Casellas actúa como un símbolo a la situación actual que viven los refugiados en el Mar Mediterráneo, nuestro mar, como paso obligado hacia una vida mejor.
Esta evolución nos muestra que Casellas es un artista cuyo proceso creativo es tan importante como el resultado final.
Manuel Casellas nos invita a reflexionar sobre la realidad, abordando a través del arte temas sociales. Un artista emergente y experimental que no dejaremos de seguir.
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