
He terminado el proyecto y, ¿ahora qué hago? Es una de esas preguntas que más me llegan por email. Desarrollar una iniciativa ofrece la libertad de elegir temática y cómo llevarla a cabo. Sin embargo, hay que conocer todo el proceso. Hasta el final. Es como cuando entrenas, tienes diferentes opciones más allá de presentarte o no a un maratón, es tu elección. En la industria creativa es igual.
En este post vamos a hablar de algunos de los diferentes caminos que puedes tomar cuando terminas un proyecto. Y es que el auge de la cultura del proyecto contemporáneo hace que muchos creativos lleven a cabo sus propias iniciativas con recursos propios: un proyecto artístico, un manuscrito o esa propuesta performativa que te ayudará a impulsar tu trayectoria profesional.
Lo primero sería preguntarte si tu proyecto está preparado para la siguiente fase: ¿está acabado? A veces es difícil valorar si el proyecto está terminado y es «apto» para ser presentado o expuesto, según sea el caso. Hay que verlo con ojos críticos y juzgar si te es totalmente satisfactorio o hay cosas que mejorar.
Contar con una opinión externa puede ayudarte para saber cómo va a recibirlo el público y qué problemas pueden encontrar. Recuerda que si has encargado una evaluación profesional de tu proyecto no es para que únicamente te echen elogios y te digan lo maravilloso artista que eres, sino para recibir un juicio profesional que te ayude a crecer y mejorar la versión del proyecto.
Ahora que ya tienes tu proyecto terminado y revisado es hora de preguntarte qué quieres conseguir con tu proyecto. Ojo, no me refiero a cual es el por qué del proyecto, ya que esto lo has tenido que definir en su inicio, sino al objetivo final: ¿quieres ganar dinero?, ¿buscas que esté en colecciones de museos o en colecciones privadas? ¿Quieres ganar experiencia y reconocimiento? ¿Qué esté vinculado a la investigación?
Este paso es muy importante porque cada respuesta te dirá el camino que mejor se adapta a tu objetivo y tus posibilidades.
Empecemos diciendo que una cosa es tomar la dirección del camino y otra es cumplir tu objetivo marcado. Diría que no hay recetas infalibles tampoco se trata de tener un estilo u otro, una edad y unos estudios concretos o conocer a alguien con influencia, sino una combinación de diferentes factores: un buen proyecto, el momento en el que se actúa y la actitud.
Cada uno de los factores son importantes de forma independiente pero hay variables que no podemos controlar. No sabes si una frase en un email puede provocar el rechazo o no del que lee tu propuesta, aunque tú no lo percibas. No puedes saber si el presupuesto de un centro cultural independiente está agotado y no hay cabida para ningún proyecto más. No puedes controlar que las personas que trabajen en una galería o en ese centro de arte sean las adecuadas para ti, etc
Entonces, ¿Qué puedes controlar? Lo que puedes controlar es lo que está bajo tu línea de acción. Si tu objetivo es ganar el maratón la mejor baza es estar muy bien preparado para cuando llegue ese momento.
Digamos que hay tres caminos y algunas variantes de ellos o combinaciones como más adelante verás ya que los procesos están cambiando con la digitalización y los efectos de la pandemia.
1.- Camino: Concursos y convocatorias públicas (exposiciones, proyectos, residencias)
Tienes un proyecto finalizado y una de las primeras opciones que salen en las mesas de trabajo es presentarlo a un concurso o una convocatoria pública. Sobre los concursos te vas a encontrar con opiniones contrapuestas, mitos, rumores y emociones contradictorias, en cualquier caso, hay diferentes tipos de pliegos o bases que los regulan.
Ganar algunos concursos, además de darte experiencia y, a veces, algo de dinero, puede ayudarte a ganar reputación, contactos y otras oportunidades en el mercado.
Si optas por esta opción, asegúrate, sobre todo, de tres cuestiones:
- Selecciona bien el concurso o la convocatoria a la que vas a presentarte: verás que hay concursos de todo tipo, grandes y pequeños, y debes valorar cuáles son los que estás en mejor disposición de ganar. A veces es mejor apostar por concursos «pequeños» pero más asequibles que pueden aportar experiencia y confianza.
- Lee bien las bases y asegúrate de que las cumples todas. Esto parece que es una perogrullada, pero en los concursos lo primero que se revisa es que se cumplen todos los requisitos.
- Repasa de nuevo tu proyecto. En muchas ocasiones tendrás que adaptar tu propuesta a los requisitos, por ello, asegúrate de los cambios que realizas que sean coherentes.
2.- Camino: Convocatorias del Sector Privado
En el caso que no puedas optar a convocatorias públicas con tu proyecto porque no cumplas alguno de los requisitos, (referentes al propio proyecto, temática – medio o franja de edad), hay centros culturales que anualmente abren convocatoria para proyectos expositivos: Fundaciones, Centros de arte independientes, galerías, etc
Igual que en caso anterior si optas por enviar tu propuesta a este tipo de convocatorias en el sector privado deberás elegir aquella opción que mejor se adapte a tus posibilidades y leer muy muy bien los requisitos y lo que ofrecen.
No te recomiendo que envíes por libre tu propuesta fuera de plazo o en aquellos espacios sin convocatoria abierta.
3.- Camino: Autopublicación de tu proyecto
Aunque puede llevarse a cabo en paralelo con las anteriores, para muchos profesionales esta puede ser la primera opción. En la autopublicación tienes tus propias plataformas para difundir y promocionar tu proyecto, desarrollando un plan de marketing y relaciones públicas.
Lo bueno de optar por la Autopublicación, ya sean proyectos en solitario o colaboraciones con otros artistas, es que tú tienes el control sobre todo el proceso. La parte negativa es que deberás decidir sobre otros aspectos relacionados con la gestión, sobre los cuales no tienes por qué tener ni idea. Como es el caso del plan de comunicación. Al ser tu propio gestor de marketing, las redes sociales serán tus principales aliadas a la hora de atraer al público así como a las galerías interesadas.
Hace algunos años, la opción de representación en una galería era la opción preferida por casi la totalidad de los artistas. Pero, hoy en día no es la única. Incluso hay muchas ferias en las que no es obligatorio estarlo para presentarse en ellas. Igual ocurre con la publicación de un libro por una editorial. Actualmente, la autopublicación puede ser una fórmula adecuada y que ya cuenta con plataformas muy especializadas y que dan garantías.
Si te encuentras estancado en este punto y no puedes continuar con las dudas de si has elegido bien o no, contrata un agente externo que te diga qué le pasa a tu proyecto. Posiblemente no te gustará, pero será tu ventaja para poder avanzar.
No olvides que los autores son uno de los pilares fundamentales de toda la industria creativa. Lo primero es que tomes conciencia de tus posibilidades y elijas aquellas que pueden funcionar mejor para ti en el momento en el que te encuentras. Con buena información siempre se puede elegir mejor. Y de eso se trata, nada más y nada menos.
Sandra G.- Project Manager de EXPRESSAN.
[Autora en la sección Management]
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Créditos portada: Photo by laura adai on Unsplash
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