El Centro Cívico las Sirenas, un año más, acoge la Exposición de Esculturas de la Escuela de Artes de Sevilla (Nervión), hasta el 13 de junio.16.
Un proyecto expositivo para mostrarnos los trabajos realizados por los alumnos de los Ciclos Formativos de Grado Superior en Escultura y Piedra durante el curso 15/16. Pero como toda exposición, no sólo es exhibición de objetos, está llena de emoción.
Los maestros de taller, Fernando Rodríguez (Piedra), Carlos Tejedor (Forja) o Luis M. Vázquez (Madera), han sido los encargados de la coordinación y del montaje, e igualmente, y no lo olvidemos han sido los comisarios.
La presentación se hace en varias salas, agrupándose los trabajos por talleres y por cursos (1º y 2º). A diferencia de otros años, ha aumentado la superficie de instalación, debido al gran número de alumnos matriculados en el Ciclo de Escultura.
Es una exposición que por el número de piezas es de ritmo lento, porque cada una de ellas cuenta su historia y necesitamos tiempo para escucharlas. También intensa, porque cada pieza tiene su propia fuerza que quiere ser advertida.
En general la escultura nace como materialización de la idea o abstracción del artista. El resultado final no es producto del azar, sino la culminación de un proceso y de una técnica empleados. En este caso, cada pieza expuesta tiene un punto de partida como arranque del proceso creativo. Trasladar esa idea al papel les ha llevado semanas, buscando una y otra vez el mejor modo de plasmar su idea en una forma tridimensional. Luego materializar esa idea en una pieza de pequeño formato, que servirá de guía. Y una vez elegido el material escultórico, utilizar las herramientas más adecuadas para dejar su huella y finalizar la pieza. Muchas de ellas han sido el resultado de todo el curso.
Son treinta y seis alumnos los que exponen, cada uno de ellos, escondido detrás de su escultura. Para la mayoría su primera exposición y por ello merecen en este espacio llamarles escultores. Las piezas nos hablan de la esencia de las cosas, de la naturaleza, del cuerpo humano y su relación con el mundo. Expressan ha hablado con algunos de ellos, permitiéndole entrar en su mundo:
- Saray Márquez Pavón. “Atuismo”. (2º Curso Ciclo F. G. S. Escultura). Taller Forja.
Nos contaba que su pieza “Atuísmo” en Chapa y pletina de acero pintado, era una pieza conceptual, una caja torácica cuyo espacio dentro del cuerpo está lleno de expresión, del “Tú”. El corazón y la base de soporte completan la composición, como si de un poema se tratara.
- Cristina Mesta López. “El vuelo de la Ivaginación”. (1º Curso Ciclo F.G.S. Escultura). Taller Piedra.
Su pieza me llamó la atención desde el principio, por plasmar la idea de la sensualidad en un material tan duro como la caliza. Una pieza atrevida, abstracta de curvas definidas, que nos lleva a la imaginación.
- Juan Manuel Navarro Ramírez. “s/t”. (1º Curso Ciclo F.G.S. Escultura). Taller Piedra.
En su pieza simbólica, habla del amor. Curvas que sugieren un cuerpo femenino, un corazón, en definitiva una pieza con alma.
- Anush Mirzakhan. “Mujer en la ventana”. (2º Curso Ciclo F. G. S. Escultura). Taller Madera.
El relieve de una mujer mirando por una ventana en pino policromado, con pequeños detalles muy bien marcados, hacen de esta pieza de una elevada belleza visual.
Resaltar también la armonía de la pieza “Cabezón” de Rodrigo Rodríguez, el equilibrio de la “Manta Birostris” de Borja Díaz, la calidez de la pieza “La Siesta del Gato” de Eduardo Hidalgo, la fuerza simbólica en “el Beso” de Beatriz Casado y la sensualidad en “Busto de mujer” de Héctor Robledo.
Otros alumnos de la mustra son; Cintia Álvarez, José Manuel Cabeza, Lourdes Cornac, Pablo Fernández, Estefanía Fernández, Miguel Ignacio Gálvez, Antonio Manuel García, Isaías García, Allison Samuel Jaló, María del Carmen Jiménez, Rosa Magdalena Juan, Francisco Martín, Cristina Membrives, Josué Misa, José Moreno, Manuel Nieto, Tamara Ortega, Pedro Pedrero, Mari Paz Polo, Darío Rodríguez, Elena Salas, José Miguel Sánchez, Estrella Segura, Moisés Villalba, José Antonio Vargas, Alba Vera, Juan José de Vicente.
Como espectador, he disfrutado de la exposición tanto en el plano visual como en el táctil, algo que resaltar porque estamos mal acostumbrados a pasar junto a una escultura sin sentir su material.
No es fácil olvidar que cada una de las piezas expuestas, está vinculada al espacio donde fue creada, los talleres de la Escuela de Arte, pero en mi opinión es aconsejable que pierdan el miedo a ser observadas y que sean colocadas en otros espacios expositivos, en otro escenario y con otros discursos.
Detrás de todo lo expuesto hay mucha dedicación, esfuerzo tanto de los alumnos como de los profesores de la Escuela de Arte, pequeñas acciones que mejorar, pero sobre todo mucha ilusión. Sin duda una oportunidad para descubrir al futuro Brancusi o a la futura Cristina Iglesias, sólo es cuestión de creerlo y dejarse llevar.
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Muchísimas gracias por promover y mostrar lo que se hace en la escuela de arte y los artistas que formamos parte de ella, gracias.
Gracias a ti. Pronto nos volveremos a encontrar.
Un abrazo.