La Fundación Valentín de Madariaga acoge la II Bienal Universitaria Andaluza de Creación Plástica Contemporánea (BIUNIC). BIUNIC es un proyecto expositivo impulsado por el Laboratorio de las artes, en colaboración con las Facultades de BB.AA. de Granada, Málaga y Sevilla, para dar visibilidad a las creaciones de una interesante selección de trece artistas emergentes, que se puede visitar hasta el 31 de Julio.
BIUNIC es una convocatoria abierta a alumnos de último curso, máster y doctorado, así como a egresados de la última promoción de las Facultades de Bellas Artes de la Comunidad Autónoma Andaluza que contaban con un dossier artístico avalado por un profesor universitario. Para el grupo de profesionales que formaban el jurado elegir los trabajos que se exponen, entre las más de 80 propuestas que han sido recibidas, no ha sido tarea fácil.
El proyecto expositivo que alberga la Fundación Valentín de Madariaga se desarrolla en siete salas diferentes donde están instalados los trabajos seleccionados. En cada una de las salas las obras representan no sólo un ejemplo en la producción del artista sino que corresponden a una lectura coherente en su emergente trayectoria. Así mismo, los trabajos plantean de forma conjunta un análisis sobre intereses, conceptos y objetivos que se van repitiendo en muchos de los creadores que producen su obra en esta época en la que les ha tocado vivir.
Empiezo el recorrido de BIUNIC por la sala que tiene de fondo la escultura de Cristina Iglesias. En ella se presentan los trabajos de dos artistas malagueños. Por una parte, Gonzalo Fuentes (Málaga, 1991), cuyas obras (S/T) son dos acrílicos abstractos de la “Serie Territorios de ficción” que destacan por la composición de las formas y colores que representan.
Por otra parte, Hadaly Villasclaras (Málaga, 1989), que presenta dos trabajos que nos sugieren imágenes tridimensionales: “II (Serie le Roi est mort. Vive le Roi (Loop))” acrílico que recuerda más bien a una pieza cerámica y las piezas “Before Victory” y “Before Defeat” con mensajes que nos invitan reflexionar sobre la incertidumbre, temática que se repite en muchos de los artistas emergentes por estar presente en su propia vida.
En la siguiente sala, como si hubiéramos entrado por un momento en el libro de Alicia en el país de las Maravillas, se encuentran las instalaciones escultóricas de Enhorabuena (Manuel Pérez Valero, Córdoba, 1981). “Antídoto contra la solemnidad y el aburrimiento” es el título de la instalación, que a través de varias piezas de mobiliario cotidiano, en distinta escala, nos sugieren reflexionar sobre las situaciones incómodas, acontecimientos detenidos en el tiempo y en el espacio.
La tercera sala está llena de misterio. Por una parte están las dos producciones que se muestran de Florencia Rojas (Córdoba, Argentina, 1984): “La Madriguera”, una fotografía digital de una madriguera excavada en un talud, como un símbolo a lo desconocido y a la amenaza, pero también una muestra de la parte más profunda de la artista; y “Das Geheimnis”, una serie de fotografías analógicas para reflexionar sobre las diferentes miradas que el individuo presenta en una situación que implica secreto.
Por otra parte, el misterio también se encuentra presente en los negros barros esmaltados de Victoria Maldonado (Málaga, 1989). Las piezas de la serie “Hendidura” parecen concentrar instantes que han sucedido y que no volveremos a contemplar si no es a través de su arte lleno de simbolismo. El trabajo de Victoria Maldonado no deja indiferente, lo pude conocer el pasado año a través del Programa Iniciarte con el proyecto “Something Must Break”, donde unas piezas de barro negro depositadas en el suelo de la sala te llevaban a la meditación.
En la siguiente sala se presentan dos proyectos que emplean el arte como proceso. El proyecto de María GmzTrd (María Gómez Tirado, Granada, 1993), “In Tenebris” y “Muestrario”, anuncian a través de la poesía del arte la fragilidad del presente. Recordar que María Gómez fue una de las artistas también seleccionada en el XXIII Certamen Nacional de Artes Plásticas de la Universidad de Sevilla (16/17), donde se mostraba en el CICUS su pieza “Ruinas VII”, una de mis piezas favoritas de la exposición.
En el trabajo de 233 (Ramón Blanco-Barrera, Écija, 1986), “Current Democratic Artwork” y “Keep Clear” de la Serie “it is dangerous?”, el artista recupera el sentido del arte como proceso catalizador de las expectativas de la comunidad.
A continuación, en el siguiente espacio se muestran los trabajos de cuatro artistas muy diferentes pero con rasgos comunes, entre ellos: tratar con el concepto imagen y la memoria. De todos ellos el único proyecto que se acomoda no sólo en la pared sino también en el suelo es el proyecto de Ana Isabel Sevillano (Baena, Córdoba, 1991). La obra “Zulu Uzma”, nos muestra el proceso de creación de formas, empleando diferentes percepciones de moldes y utilizando como protagonista, la tierra, un material maltratado por el ser humano.
Las paredes de la sala son los soportes para presentar: las pinturas de Alberto Montes Sánchez (Los Corrales, Sevilla, 1995), “Testa di Montemartini” o “Metamorfosis II”, que nos muestran el reflejo de historia legado de las esculturas clásicas; las piezas en grafito y carbón de Katarzyna Pacholik (Lodz, Polonia, 1990), pertenecientes a la serie “Transiciones”, que nos muestran imágenes del dinamismo cotidiano y lo devuelve trasmutado en un proceso de creación lento y reflexivo; y la pieza de Manuel M. Romero (Sevilla, 1983) que no pasa inadvertida y en este caso habla de la no imagen. El trabajo del artista bajo la disciplina de la pintura está lleno de sutilezas, en cómo la profundidad del negro de la obra es posible vislumbrar la huella del proceso artístico y donde la imagen final no lo es todo. En la actualidad también podemos visitar la exposición individual que acoge el programa Iniciarte en la Sala Santa Inés “En el cero de la Forma”, hasta el 27 de agosto.
En la siguiente sala, Isabel Moreno (Barcelona, 1987) es la artista protagonista. Mediante otras herramientas del lenguaje plástico relaciona objetos icónicos trayendo a la actualidad una visión del mundo desde el post-pop, ofreciendo una imagen que el espectador debe completar.
Y para terminar el recorrido, en un espacio independiente encontramos el trabajo del artista Imon Boy (1991), cargado de crítica, de ironía y con un escenario urbano común entre todas sus piezas que hacen que los colores y el mensaje se muestren como lenguaje propio del artista.
BIUNIC.17 es un proyecto que nuevamente pone bajo los focos a la Universidad como punto de partida para la carrera profesional del artista de hoy. Por ello, hay que destacar la importancia de este tipo de iniciativas que facilitan la unión entre la Universidad y el mercado, algo tan complejo en cualquier disciplina y aun más en el mundo del arte. BIUNIC.17 es ese tipo de exposición en la que, una vez has salido, quieres saber más de cada uno de los artistas que la conforman, sumergirte en sus proyectos y además, quieres seguir sus trayectorias de cerca para conocer sus formas de entender el arte.
Lugar: Fundación Valentín de Madariaga.
Impulsores y comisarios del proyecto: Juan Ramón Rodríguez-Mateo e Iván de la Torre Amerighi.
Colaboradores: Facultades de BB.AA. de las Universidades de Granada, Málaga y Sevilla.
Exposición hasta 31 de Julio.17
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