Entrar en la Sala EP1 del CICUS siempre me crea desconcierto. Mirar esas paredes desnudas que limitan el espacio me da la impresión de que están a la espera de ser terminadas, quedando sólo así definido el espacio expositivo. Sin embargo, el arte y la propia exposición que se albergue en él lo ayudan a tal fin, siendo en esta ocasión la exposición Correspondencias, comisariada por Antonio Molina Flores, la que transforma ese lugar.
Correspondencias es una muestra que refleja un diálogo creativo entre dos artistas de perfiles muy diferentes: Manuel Ortiz (diseñador y editor) y Carla Carmona (pintora y profesora de Filosofía). Los cuatro años de producción de estos dos artistas se fusionan en OIC, único autor materializado en el conjunto de obras que aquí se presentan.

Carta I. Collage, 2012.
La pieza que recibe al visitante, formada por una serie de sellos, envoltorios y billetes de viaje, es también la obra que inicia la aventura de estos dos artistas y que da título a la muestra. Una correspondencia plástica inicial en forma de propuestas individuales que van consolidando un diálogo más complejo y conceptual.
El lenguaje plástico compartido es el que da lugar a esa nueva figura y en la marca OIC donde el trabajo compartido se expresa en las acuarelas, lienzos, esculturas, ready-made, instalaciones y en objetos encontrados de la muestra.
Conforme avanzo por el espacio expositivo puedo encontrar variedad de técnicas y formatos y en todas las piezas se percibe la investigación de la forma y la conjugación entre la geometría y lo orgánico.
Así sucede en las acuarelas de la muestra, en las cuales, se representan diferentes elementos geométricos y orgánicos que se entrelazan de una manera armoniosa y que invitan a ser interpretados.
Las instalaciones son piezas clave en la exposición e inundan el espacio recorrido. Pertenecen a la serie “Geometrías invadidas”, las cuales están formadas por cubos de madera de los que brotan ramas de pino.
Al avanzar la serie se aprecia su evolución en el lenguaje, cómo lo orgánico invade a lo geométrico y donde las ramas sobresales y ocupan gran parte del cubo de madera, que utilizan simplemente como contenedor.
Parte de la obra producida consiste en una reminiscencia de experiencias y de viajes realizados por los artistas. En los objetos encontrados, muchos de ellos hacen referencia a vivencias de su viaje a la India.
Referencias a otro viaje, pero esta vez a Norteamérica, se presentan en las cuatro cajas de madera, dedicadas cada una de ellas a una parada realiza en el viaje: Central Park, el desierto de Arizona, Gran Cañón y la Ópera de Nueva York, con una misteriosa caja que contiene en su interior la palabra Art ista.
Esa carga conceptual se advierte también en obras como “Cactus”, una botella de vidrio rodeada de clavos que a primera impresión nos impiden cogerla.
En la obra “Sparkling water”, donde las botellas se han llenado de bolitas de plomo pareciendo burbujas pero que por su peso no podríamos levantar. Son dos ejemplos donde OlC realiza una reflexión sobre los límites de los objetos y las ideas preconcebidas que tenemos para usarlos, pero hubiera sido interesante que estuvieran presentadas sin el refugio de la vitrina para poderlo experimentar.
La literatura también tiene protagonismo en la muestra. La pieza “Historia de la literatura”, está formada por una colección de botellas de ginebra que acogen unas pequeñas etiquetas que representan conceptos, momentos, lugares o personajes de textos de autores como Cernuda o Borges entre otros.
Una invitación a recorrer la literatura desde la experiencia de los artistas, que con su disposición sugiere estar colocadas en una antigua botica, quizás con la intención de mostrarnos que la cura para muchos males de esta sociedad sea la lectura.
Otra pieza interesante es “La pecera del artista”, una pecera que incluye elementos marinos realizados con el estilo de autores muy conocidos, sobre todo de las vanguardias artísticas, que nos invita a jugar y a pensar a qué artista representan.
Para terminar el recorrido, nos centramos en una instalación que inunda todo el espacio, tanto por su tamaño como por su intensidad, que ha sido expresamente realizada para la exposición.
La obra está formada por un conjunto de piezas de madera unidas a rígidos tubos de acero, que simulan levantarlas como si de una fuerza externa se tratara. Una reflexión sobre conceptos como la voluntad o el deseo como factores fundamentales para combatir la pasividad.
Correspondencias es una exposición que invita al público a adentrarse en un lenguaje insólito que es fruto de la experiencia de creación de autor. Para ello propone un recorrido tanto formal como conceptual por una variedad de técnicas y formatos de unidad conceptual, como la acuarela, la instalación o el objeto encontrado.
Una exposición que me hace reflexionar sobre todo lo que puede originarse por la unión de dos lenguajes creativos y pensamientos diferentes.
No creo que sea tarea fácil sino todo lo contrario, porque a veces por miedo o simplemente porque nos sumergimos en nuestros propios proyectos nos negamos a intervenir en otras propuestas diferentes. Quizás los tiempos hayan cambiado y sea el momento de crear redes colaborativas en el ámbito cultural porque así, esta exposición es un ejemplo, nuestras creaciones llegarán a un nivel más elevado.
OIC Correspondencias. Exposición en el Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla, hasta el 15.12.16.
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